Palabras de espiritualidad

Todos los sacerdotes tienen la misma Gracia

    • Foto: Tudorel Rusu

      Foto: Tudorel Rusu

Translation and adaptation:

Cada uno puede elegir al padre espiritual que quiera, pero en lo que respecta a los oficios litúrgicos, no es correcto decir: “yo no voy a tal iglesia, prefiero tal otra, porque allí las homilías son buenas...”

Lo que quiero decir es que ni yo, ni cualquier otro sacerdote, somos algo. Pero todos tenemos el mismo don. El padre Cleopa Ilie decía: “Algunas personas han venido a quejarse conmigo, que su párroco es un bebedor consuetudinario, que suele visitar las cantinas de la localidad, que hace una serie de cosas que no están de acuerdo con su función de sacerdote, etc. Yo les respondo: Ustedes son los culpables, porque el sacerdote es guiado por su misma grey. Sáquenlo de esos lugares, lávenlo, vístanlo con ropajes limpios, llévenlo a la iglesia y que se ponga sus vestiduras sacerdotales... ¡y en sus manos el pan se transformará en el Cuerpo de Cristo, y el vino en Su Sangre!”. Porque, más allá de sus pecados, ¡es un sacerdote!

Así, no frecuentemos determinada parroquia sólo “porque el sacerdote de aquella iglesia oficia bellamente la Liturgia” —cosa que es un don terrenal—, o porque tiene una voz muy linda, o porque tiene un porte muy digno, o porque habla no sé cómo... Todas estas son cosas adicionales, como ornamentos que Dios otorga. Pero la Gracia es la misma en todos. Cada uno puede elegir al padre espiritual que quiera, pero en lo que respecta a los oficios litúrgicos, no es correcto decir: “yo no voy a tal iglesia, prefiero tal otra, porque allí las homilías son buenas...”. Más allá de la homilía, hay una fuerza del Espíritu que obra en el cristiano que viene a la iglesia de Dios lleno de fe. Quisiera que encontráramos, en cada sacerdote, lo que es verdaderamente divino.

(Traducido de: Părintele Gheorghe Calciu, Cuvinte vii, Editura Bonifaciu, p. 77-78)