Todos nuestros semejantes necesitan ser amados
Después de que este estremecedor sacrificio final tuvo lugar, cesaron los antiguos sacrificios y vino una nueva era, la era de la misericordia y del amor, que el Señor Jesucristo trajo a la tierra.
Hubo un tiempo en el que los sacrificios eran necesarios, porque eran una prefiguración del único Sacrificio verdadero, el de la Cruz del Gólgota. Pero, después de que este estremecedor sacrificio final tuvo lugar, cesaron los antiguos sacrificios y vino una nueva era, la era de la misericordia y del amor, que el Señor Jesucristo trajo a la tierra.
Él espera de nosotros bondad y piedad ante quienes sufren, ante los débiles, los despreciados e incluso hacia aquellos que podría parecernos justos que sean marginados, como los ladrones, los adúlteros, los asesinos. “¿Qué está diciendo? ¿Estamos obligados a amar a esas personas?”, preguntará alguien. Sí, justo con esas personas tenemos que ser más atentos, precisamente con ellos debemos tener más tacto al hablar, porque están gravemente enfermas en su alma.
(Traducido de: Sfântul Luca al Crimeei, Predici, Editura Sophia, București, 2010, p. 309)