A tomar en cuenta antes de practicar la caridad...
Hasta las manos más sucias son puras en comparación con un corazón impuro.
Practiquemos la caridad desde lo que tenemos en el interior, y todo nos será purificado (Lucas 11,41). ¿Qué significan estas palabras? Se trata del corazón misericordioso, que mueve las manos a la caridad. Dios, que ve lo que hay en los corazones, acepta solamente semejante forma de caridad. Si el corazón es malo y cruel, en vano da a otros: Dios se aparta de ese don. A los hombres los puedes engañar dándoles algo, a Dios no. Si el corazón es impuro, impuro es también lo que da, por grande que sea. De un corazón impuro brotan solamente pensamientos impuros y deseos impuros, ensuciando todos los actos externos de hombre, por buenos y puros que parezcan. ¿Para qué lavarte las manos, si la impureza de tu corazón las mantiene siempre sucias? Si la casa está llena de desperdicios y basura, ¿para qué pintarla y adornar sus puertas y ventanas? Las puertas y ventanas pueden parecer limpias, pero esto no sirve para disminuir en algo lo impuro que hay en la casa... Hasta las manos más sucias son puras en comparación con un corazón impuro.
(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici, Răspunsuri la întrebările lumii de astăzi, Editura Sophia, București, 2008, p. 22)