Palabras de espiritualidad

¡Tranquilízate, no tengas miedo!

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Se acercó a los médicos que estaban en la parte derecha de la mesa de operaciones y se puso a observar detenidamente cómo procedían. En ese momento lo reconocí: era San Lucas.

«A finales del año 2010 se me diagnosticó una forma agresiva de cáncer, y fui programada para entrar al quirófano lo antes posible. El 10 de diciembre de ese mismo año, a la iglesia de la Transfiguración del Señor, en Vyronas (Atenas), fueron llevadas las reliquias de San Lucas de Crimea. Ante la proximidad de mi operación, decidí ir a venerar las reliquias, invocando el auxilio de San Lucas, quien es un conocido taumaturgo.

Cuatro días después, el 20 de diciembre de 2010, fui sometida a una cirugía de extirpación de los ganglios linfáticos de la pelvis, en el Hospital Eugenidio. Mientras era operada, hallándome bajo los efectos de la anestesia general, vi que a un lado de la mesa de operaciones se hallaba un hombre muy alto, con una larga barba y gruesas gafas, vestido con una bata de médico. En un momento dado, se me acercó y, con tono serio, me dijo:

—¡Tranquilízate, no tengas miedo!

A continuación, se acercó a los médicos que estaban en la parte derecha de la mesa de operaciones y se puso a observar detenidamente cómo procedían. En ese momento lo reconocí: era San Lucas.

Cuando el efecto de la anestesia se desvaneció, los médicos me confirmaron que la operación había sido todo un éxito.

S. D., Atenas ».

(Traducido de: Sfântul Luca al Crimeei, minunile contemporane, Editura Sophia, p.146-147)