Tu esposa es una bendición, tu esposo es un don de Dios
En esta relación de amor y entrega, en este diálogo de dones, cada uno de los cónyuges ofrece al otro lo que le es específico, lo más bello e importante que tiene.
La espiritualidad ortodoxa considera que la mujer representa, para el esposo cristiano, la más grande de las bendiciones que Dios podría darle, para compartir sus cualidades físicas y espirituales en provecho mutuo, especialmente su delicadeza, su bondad, su afabilidad y su ternura.
De igual forma, para una esposa y madre cristiana, su esposo representa el don más importante que el Creador podría ofrecerle, para apoyarla y fortalecerla en su camino a la salvación, enriqueciéndole la vida con sus propios atributos: fuerza, determinación, firmeza y vigor. En esta relación de amor y entrega, en este diálogo de dones, cada uno de los cónyuges ofrece al otro lo que le es específico, lo más bello e importante que tiene, gozando, al mismo tiempo, del don de su vida. Cada uno ofrece sin empobrecerse, sino enriqueciendo infinitamente su propia vida y enriqueciendo espiritualmente al otro.
(Traducido de: Pr. prof. dr. Ioan C. Teșu, Familia creștină, școală a iubirii și a desăvârșirii, Editura Doxologia, Iași, 2011, p. 144)