Palabras de espiritualidad

Un cambio de vida radical

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

A tal grado le admiró lo que vio y vivió en ese lugar, que desde el primer día le pidió al stárets del monasterio donde se alojaba, que le permitiera quedarse un día más.

Un chico que recién había terminado su último año de escuela empezó a consumir drogas. Su padre era el director de un instituto en una ciudad de Macedonia.

Un día, el chico decidió visitar el Santo Monte Athos, con la curiosidad de saber qué hacen los monjes allí. ¿Y qué fue lo que pasó? Que, después de conocer el Monte Athos, ya no quiso volver a casa. A tal grado le admiró lo que vio y vivió en ese lugar, que desde el primer día le pidió al stárets del monasterio donde se alojaba, que le permitiera quedarse un día más. Y, al día siguiente, le volvió a pedir lo mismo. Y así, hasta quedarse definitivamente.

Al darse cuenta de que su hijo no volvía, el padre fue a buscarlo. Cuando lo encontró, le pidió que regresara con él, pero le fue imposible convencer al muchacho. Había encontrado su lugar.

Con los años, el joven se hizo monje y atrás quedó aquel tiempo de adicciones. Y hasta el día de hoy vive en paz, entregado al amor a Dios y a sus semejantes.

(Traducido de: Limonariul mirenilor, întâmplări de folos, traducere de Cristian Spătărelu, Editura Cartea Ortodoxă, 2009, pp. 383-384)