Palabras de espiritualidad

Un llamado al equilibrio en la interpretación de un texto apostólico

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

El texto de Romanos 13, 1-2 debe ser aplicado con juicio y mesura.

Ya que formamos parte, como miembros, del cuerpo místico de nuestro Señor Jesucristo,

ya que, siempre, el espíritu prevalece sobre la letra,

ya que ningún texto bíblico puede ser interpretado fuera del contenido de la Escritura entera,

ya que la ley suprema es el amor,

ya que tenemos que ser hombres, y no niños con nuestra mente,

ya que los reinos de este mundo no son más que vacuidad y le pertenecen al demonio (Lucas 4, 6),

significa que, cada vez que el derecho natural entra en conflicto con las leyes y reglamentos de este mundo, especialmente cuando las leyes y reglamentos han sido dictados por un pseudo-César que, de hecho, es el mismísimo demonio, o por sus servidores, cuando desafían abiertamente la moral natural, el texto de Romanos 13, 1-2 debe ser aplicado con juicio y mesura. En cualquier caso, no pueden pretender que estemos obligados a ejecutar ciega y tontamente órdenes contrarias al sentido común y a los mandamientos divinos. Dicho texto apostólico no puede usarse para esconcer la cobtardía y no nos exonera del deber de juzgar y razonar lo que hacemos.

(Traducido de: Nicolae SteinhardtJurnalul fericirii, Editura Mănăstirii Rohia, Rohia, 2005, pp. 351-352)