Un llamado de atención a los sacerdotes más jóvenes
“Acuérdate, Señor, de Tus siervos mencionados en estas listas, olvidadas por mí al orar, porque, como humano, soy débil”.
El padre solía repetir:
—Me da pena pensar en los sacerdotes más jóvenes, los más inexpertos, porque no tienen la suficiente sabiduría ni el valor de preguntar lo que no saben. Cuando entras en sus celdas, ves listas de peticiones por todas partes, en un desorden total. El problema es que tendrán que cargar por la eternidad con todos esos nombres que no son mencionados aquí, en la iglesia, durante la Santa Proskomedia. Debido a su inexperiencia, cortan las partículas (del prosforon), pero dejan las listas de peticiones en desorden. Si supieran lo que les espera, juntarían todas esas listas arrojadas y olvidadas, y las pondrían en orden, y, con temor, haciendo la Señal de la Cruz sobre ellas, dirían: “Acuérdate, Señor, de Tus siervos mencionados en estas listas, olvidadas por mí al orar, porque, como humano, soy débil”. Haciendo esto, ya no tendrían que responder ante Dios por esa falta, gracias al inmenso amor que el Señor tiene por nosotros.
Y, al decir esas cosas, al padre se le llenaban los ojos de lágrimas.
(Traducido de: Sfântul Lavrentie de la Cernigov. Viața, învățăturile și minunile făcute de Dumnezeu prin acest mare Părinte, Editura Credința strămoșească, 2003, p. 41)