Un llamado a despertar el espíritu de la oración en nosotros
Quien profundice en ellas con toda su atención y devoción, indudablemente gustará de la fuerza de la oración, en la medida de la cercanía de su estado espiritual con el contenido de sus plegarias.
Debemos despertar en nosotros (el espíritu de) la oración o la esperanza del corazón en Dios y, luego de haberlo conseguido, tenemos que fortalecerlo y educarlo en nuestro interior. El primer medio para esto es la lectura o la obediencia a nuestra regla de oraciones. Leamos o practiquemos como es debido nuestra regla de oraciones, e inexorablemente avivaremos y fortaleceremos el enaltecimiento de nuestro corazón hacia Dios. Es decir, entraremos en el espíritu de la oración.
En las oraciones de los Santos Padres obra la gran fuerza de esta virtud. Así, quien profundice en ellas con toda su atención y devoción, indudablemente gustará de la fuerza de la oración, en la medida de la cercanía de su estado espiritual con el contenido de sus plegarias.
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Rugăciunea, Editura Egumenița, p. 75)