Una gotita de amor verdadero puede cambiar el mundo
Si así fueran las cosas en este mundo, que todos se amaran así como una madre ama a sus hijos, la Tierra devendría en Cielo, se convertiría en un Paraíso, no habría más juicios, muertes, guerras, conflictos... todo sería misericordia, compasión y felicidad.
¡Profundicemos, con todo nuestro ser, en el amor a Dios! Fundámonos en el amor a Dios con todo nuestro ser. Perdonemos a quienquiera que nos ofenda; así como una mamá buena perdona todo, perdonemos todo nosotros también.
Si así fueran las cosas en este mundo, que todos se amaran así como una madre ama a sus hijos, la Tierra devendría en Cielo, se convertiría en un Paraíso, no habría más juicios, muertes, guerras, conflictos... todo sería misericordia, compasión y felicidad.
Si no hay al menos una gotita de amor en el alma de cada uno, no nos podemos salvar. No importa cuánta sabiduría tenga el hombre, si no tiene una pizca amor, no se salvará.
(Traducido de: Arhimandrit Cleopa Ilie, Îndrumări duhovniceşti pentru vremelnicie şi veşnicie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2004, p. 123)