Una oración sencilla, sin pretensiones
Lo importante es acudir reconciliados al Sacramento de la Confesión y no faltar jamás al milagro de milagros: la Divina Liturgia.
No nos ausentemos de la Divina Liturgia, y tampoco nos acostumbremos a orar con expresiones como: “Señor, dame…”, “Señor, haz esto…”, “Señor, te encargo…”. Oremos así: “Señor, Tú sabes cómo proceder… Te agradecemos porque existimos. ¡Te exaltamos porque eres grande y maravilloso, tal como excelso eres en Tus santos!”.
Y es suficiente con eso. Lo demás vendrá solo. Y cuando no venga, Dios sabra por qué. Intentemos hacerlo continuamente.
Lo importante es acudir reconciliados al Sacramento de la Confesión y no faltar jamás al milagro de milagros: la Divina Liturgia.
(Traducido de: Preotul Nicolae Tănase, Să nu-L răstignim iarăși pe Hristos, Editura Agaton, Făgăraș, 2011, p. 46)