Padre, mi corazón no siente la necesidad de orar, y cuando veo que el tiempo pasa y no he hecho nada, siento como un remordimiento y me lleno de angustia…

—¿Lees algo antes de empezar a orar?

Usualmente, no, padre...

—¿Por qué? ¿Acaso no les he dicho que es bueno leer primero, para empezar a endulzar el corazón? No estás “comiendo” espiritualmente, por eso no sientes dicha dulzura. Un poco de lectura del Santo Evangelio, del Everghetinos o del Paterikon antes de orar, así sean solo dos o tres líneas, encenderá y endulzará tu corazón, de manera que después empezarás a sentir la necesidad de las cosas espirituales, trayendo consigo el apetito de lo que es necesario para el alma. Con esto, toda preocupación desaparece y la mente se eleva al espacio espiritual. El Paterikon te hace sentir en los parajes del desierto donde vivieron los Santos Padres… De igual forma, otros libros que contienen apotegmas de los Padres y la historia del monaquismo se pueden leer fácilmente, al mismo tiempo que constituyen un alimento sustancioso para el alma.

(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Cuvinte duhovniceşti, Vol. VI Despre rugăciune, Editura Evanghelismos, București, 2013, pp. 64-65)