«Santísima Virgen, Purísima Madre de Dios, te agradezco por ser nuestra Madre Buena y Amorosa, por ser nuestro pronto auxilio. Te agradezco por todos tus íconos milagrosos y por la Gracia que brota de ellos. Te agradezco, Madrecita, por todas tus intercesiones, por la salud, por el socorro que nos brindas, por tu cuidado maternal y amoroso hacia nosotros. Te agradezco por protegernos e impedir que el maligno nos haga caer, por ampararnos y cubrirnos con tu Santo Manto. Perdona, Madrecita, todos mis pecados, y te imploro que me ayudes a arrepentirme de todas las faltas que he cometido en esta vida. Te agradezco tus oraciones por nosotros y por presentarle las nuestras a nuestro Bondadoso Dios, para que nos ayude a pasar de esta vida a la eternidad. Te agradezco, Madrecita, por las plegarias que haces por aquellos miembros de mi familia que se han apartado de la fe y por quienes buscan a Dios y aún no lo han encontrado. Te agradezco, Madrecita, por el cuidado de Madre que nos prodigas, por tu santo amor y por tu auxilio. ¡También yo te amo, te honro y te agradezco por todo! ¡Amén!».