Palabras de espiritualidad

Una verdadera escuela de humildad

    • Foto: Magda Buftea

      Foto: Magda Buftea

Translation and adaptation:

La enfermedad nos enseña qué es la humildad y la sumisión a la voluntad de Dios.

La enfermedad a todos nos hace humildes, pero a otros les enseña a quejarse ante Dios… ¡Mucha atención! El demonio puede destruir nuestros sentimientos de humildad, reemplazándolos con el orgullo. Sin embargo, acudir al médico no es ningún pecado. La salud es un don de Dios. Por eso es que tenemos que cuidarnos. Pero, para esos casos en los que olvidamos cuidar de nosotros, Dios creó a los médicos y sus medicamentos; entonces, acudir al médico no es algo que se oponga a las disposiciones divinas.

Con todo, la enfermedad nos enseña qué es la humildad y la sumisión a la voluntad de Dios.

¡Eso es la enfermedad! ¿Qué podemos hacer? Así, hermano, ten paciencia y agradécele a Dios, repitiendo en tu interior: “Esta enfermedad es por mis pecados, que son graves e incontables. El Señor se ha llevado algo de mis fuerzas, buscando la forma de apaciguarme un poco. Ni Él sabe qué más hacer para corregirme. He recibido Sus bondades, y también las aflicciones, pero nada de eso me ha hecho cambiar. Sé que se acerca el momento de mi muerte. Y, cuando venga, ¿qué haré con todas mis faltas? ¡Señor y Dios mío! ¡Apiádate de Tu miserable criatura!”.

(Traducido de: Sfântul Teofan ZăvorâtulSfaturi înțelepte, traducere de Cristea Florentina, Editura Cartea Orodoxă, p. 221)