Una vida sin términos medios
Cristo es bueno, dócil, misericordioso, confortante, dulce... pero también es terrible, es Quien no dudó en dejarse crucificar. Él nos pide asumir con integridad nuestra situación de cristianos. Con Él nada es broma o juego.
Sí, hermanos cristianos, así son las cosas con Cristo. Es a vida o muerte, no hay lugar para bromas ni para juegos, no hay términos medios ni mentirillas, no existe el “¡a partir de mañana!”, el “¿qué podía hacer?”, ni el “las circustancias me forzaron...”.
Cristo es bueno, dócil, misericordioso, confortante y dulce. Pero no es sólo eso. Es también Ése que se alzó voluntariamente a la Cruz y derramó Su sangre por nosotros, muriendo en medio de espantosos tormentos. Él nos pide asumir con integridad nuestra situación de cristianos. Con Él nada es broma o juego. A los demás los podemos engañar, mentir, confundir. Pero si nos alejamos de Él, si nos avergonzamos de Él, también Él se alejará de nosotros y se avergonzará de nosotros en el Juicio Final.
(Traducido de: Nicolae Steinhardt, Dăruind vei dobândi. Cuvinte de credință, Editura Mănăstirii Rohia, 2006, p. 110)