¡Vivamos como verdaderos cristianos!
Seamos verdaderos cristianos, no sólo de nombre. Ofrezcamos todo nuestro cuerpo a Dios, apartándonos del demonio.
He escuchado lo que anunciaron los evangelistas sobre estas cosas. Mientras tengamos vida, prestémosles atención y cumplámoslas. Pero, ¿qué dijo acaso el Apóstol Pablo? Que asistamos con frecuencia a la iglesia, que nos arrepintamos de nuestros pecados y que oremos para no volver a caer en ellos. Porque no sabemos cuándo serán enviados los ángeles de fuego, innumerables, para arrebatar nuestras almas; ¡y ay de aquel que nunca haya hecho ninguna obra buena!
Hagámonos agradables a Dios y respetuosos con los hombres; dejemos en la tierra un buen recuerdo; aspiremos y caminemos hacia el Cielo. Seamos verdaderos cristianos, no sólo de nombre. Ofrezcamos todo nuestro cuerpo a Dios, apartándonos del demonio.
(Traducido de: Sfântul Clement de Ohrida, Cuvinte și învățături de folos pentru orice creștin, Editura Sophia, 2014, pp. 19-20)