Vive simple, aliméntate con sencillez
En comida, bebida, vestidos, muebles, distracciones y viajes se gastan sumas mareantes. Los economistas han denominado esta forma de vivir, la “sociedad de consumo”. El dogma del consumismo es: mientras más gastes, mejor vivirás. Y aunque las cosas realmente necesarias son muy pocas, gracias a la publicidad muchísimas más se han vuelto importantes. Sócrates dijo: “Mientras menos necesidades tengas, más cerca estarás de lo divino”.
Vivimos, queridos hijos, unos tiempos caracterizados por el desperdicio, por el malgasto, por el derroche... en comida, bebida, vestidos, muebles, distracciones y viajes. Se gastan sumas mareantes en todas estas cosas. Los economistas han denominado esta forma de vivir, la “sociedad de consumo”. El dogma del consumismo es: mientras más gastes, mejor vivirás. Y aunque las cosas realmente necesarias son muy pocas, gracias a la publicidad muchísimas más se han vuelto importantes. Sócrates dijo: “Mientras menos necesidades tengas, más cerca estarás de lo divino”, porque lo divino es autárquico, no necesita nada. Por eso, de las cosas del vientre y la comida, el Apóstol Pablo dice: “Dios destruirá lo uno y lo otro también” (I Corintios 6, 13).
Los auto-denominados países desarrollados gastan mucho, mientras que los que no lo hacen son considerados sub-desarrollados. Sin embargo, lo que sigue es la imposibilidad pagar tanta deuda, mientras que los países que viven con simpleza siguen avanzando. Un ejemplo de ello son los japoneses. Los americanos los derrotaron con la bomba atómica, pero ahora es a la inversa, debido a su equilibrio y laboriosidad. Porque lo que come un americano alcanza para cinco japoneses. ¡Oh, Apóstol Pablo, qué sabias palabras pronunciaste!
(Traducido de: Ne vorbeşte Părintele Augustin, Mitropolitul de 104 ani - Predici ale Mitropolitului de Florina, Părintele Augustin Kandiotis, vol. XIII, Traducere Valeriu Paloş, Editura Metamorfosi, 2013, p. 60)