Palabras de espiritualidad

Viviendo según un orden determinado

    • Foto: Oana Nechifor

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Translation and adaptation:

Nosotros, los ortodoxos, creemos en ese orden, en esa voluntad de Dios, que no significa “predestinación”, porque respeta también el libre albedrío.

¿Cómo sería vivir según un orden determinado?

El orden es el camino recto, la senda que te conviene a ti y a tus semejantes. Es una suerte de entendimiento mutuo entre las personas que viven en el mismo grupo social. En virtud del orden tenemos también un orden dispuesto por Dios. Es decir que Dios sabe qué hace con cada persona, no en el sentido de alguna “predestinación”, sino en el sentido de que Dios elige a cada hombre, aún cuando está consciente de ello. Quiero que recordemos al Santo Apóstol Pablo, quien al principio era Saulo y perseguía cruelemente a los cristianos, participando como testigo activo en la muerte de San Esteban. Debimos descubrir, más tarde nosotros, él primero, que, de hecho, Dios le había elegido desde entonces y le había dejado perseguir a los cristianos para que se sometiera posteriormente con humildad. “Ni siquiera soy digno de llamarme Apóstol, habiendo perseguido a la Iglesia de Cristo”. Y esa humildad le dio una grandeza y una fuerza extraordinarias, que le llevaron a ser el gran Pablo que conocemos. Así pues, Dios lo eligió de entre los demás, dándole un rol del cual era o no consciente, pero que finalmente habría de entender. Nosotros, los ortodoxos, creemos en ese orden, en esa voluntad de Dios, que no significa “predestinación”, porque respeta también el libre albedrío.

(Traducido de: Mitropolitul Bartolomeu Anania, Rugăciunea izvor de putere în încercările vieții, Editura Doxologia, p. 71-72)



 

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