pecados pequeños

Palabras de espiritualidad

No hace falta medirlos: los pecados son siempre pecados

Una vez descubierto el más ínfimo pecado, hay que atacarlo con dureza. Cualquier pecado, de hecho, representa un ataque a la relación que tenemos con Dios.
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Palabras de espiritualidad

“¿Para qué confesarme? ¡Pero si yo no he cometido pecados graves!”

Si ver nuestros propios pecados fuera cosa fácil, San Efrén el Sirio no nos hubiera enseñado a pedir: “Así, Señor y soberano, concédeme ver mis propios pecados”.
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Palabras de espiritualidad

¡Qué pesado es un saco lleno de pecados pequeños!

Así como unas diminutas semillas consiguen transformarse en una gigante secoya, alcanzando más de cien metros de altura, si en un saco ponemos nuestros pecados pequeños —ínfimos como granos de arena...
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Palabras de espiritualidad

Los pecados pequeños abren la senda a los más grandes

De la dejadez manan los desvíos más inútiles. De la búsqueda de diversión, la ebriedad. De la ebriedad, el desenfreno y la violencia. Y la violencia lleva a los golpes, incluso, al homicidio.
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