Noticias

Dos nuevos santos embellecen el sinaxario de la Iglesia Ortodoxa de Rumanía

    • Foto: Silviu Cluci

      Foto: Silviu Cluci

    • Foto: Silviu Cluci

      Foto: Stefan Cojocariu

    • Foto: Silviu Cluci

      Foto: Stefan Cojocariu

    • Foto: Silviu Cluci

      Foto: Stefan Cojocariu

    • Foto: Silviu Cluci

      Foto: Stefan Cojocariu

    • Foto: Silviu Cluci

      Foto: Stefan Cojocariu

    • Foto: Silviu Cluci

      Foto: Stefan Cojocariu

    • Foto: Silviu Cluci

      Foto: Stefan Cojocariu

    • Foto: Silviu Cluci

      Foto: Stefan Cojocariu

    • Foto: Silviu Cluci

      Foto: Doxologia

    • Foto: Silviu Cluci

      Foto: Ioan Popa

    • Foto: Silviu Cluci

      Foto: Oana Nechifor

Miles de fieles se congregaron ayer, domingo 25 de marzo, en la Catedral Metropolitana de Iași, para venerar las reliquias de Santa Parascheva y las de los nuevos santos canonizados, San José el Misericordioso y San Jorge el Peregrino.

La tarde del sábado 24 de marzo, siguiendo la tradición de la Iglesia, se ofició el último memorial (parastás) para el Metropolitano José (Iosif) Naniescu —llamado ya en vida “el Santo y Misericordioso”— y el Anciano Jorge (Gheorghe) Lazăr, canonizado con el nombre de San Jorge el Peregrino.

El domingo 25 por la mañana, la Divina Liturgia con ocasión de la Proclamación de la canonización de ambos santos, fue oficiada por Su Beatitud Daniel, Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rumana, junto a una congregación de jerarcas, sacerdotes y diáconos.

Aunque solamente el Hijo de Dios se encarnó, la Santísima Trinidad entera participa en esta obra de salvación y santificación para la humanidad”.

Después de la lectura del Santo Evangelio, Su Beatitud Daniel pronunció una prédica sobre el ancestral misterio, anunciado a la Virgen María por el Santo Arcángel Gabriel: «El Santo Evangelista Lucas nos habla sobre esta buena nueva, que el Arcángel Gabriel hace a la Madre del Señor, anunciándole que habría de dar a luz al Hijo del Dios Eterno como hombre. Jesucristo es el Hijo del Dios Altísimo; Él no es una simple persona humana, sino una persona divina. Es el Hijo del Dios Eterno que ha devenido en hombre. Y es de acuerdo al Santo Evangelio que conocemos cómo se realiza este milagro: “¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón? El ángel le respondió: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que ha de nacer será santo y se le llamará Hijo de Dios”. Y aunque solamente el Hijo de Dios se encarnó, la Santísima Trinidad entera participa en esta obra de salvación y santificación para la humanidad».

Su Beatitud se refirió también a los sufrimientos de nuestro Señor Jesucristo, que culminaron con Su crucifixión y Su muerte en la Cruz: «Cuando el Señor anuncia Su pasión, Sus sufrimientos y Su propia muerte, agrega que resucitará al tercer día, o luego de tres días. Luego, el Evangelio no separa nunca el sufrimiento del triunfo, el sufrimiento de la Cruz, de la victoria de Cristo, con Su Resurrección».

Antes del final de la Divina Liturgia, tuvo lugar la solemne Proclamación de la canonización del Santo Jerarca José el Misericordioso, Metropolitano de Moldova, y de San Jorge el Peregrino. En este contexto, se presentaron tanto las resoluciones del Santo Sínodo, en lo que respecta a la canonización de ambos santos, así como los íconos de estos, mientras el coro de la Catedral y los fieles presentes cantaban los troparios compuestos en su honor.

Permaneció en la memoria viva de la Iglesia y en la devoción de los jerarcas, los sacerdotes, los monjes y los laicos, como un ejemplo de amor sacrificial, humildad y consejo espiritual”.

Su Alta Eminencia Joaquín, Arzobispo de Roman y Bacău, leyó la Carta Sinodal de Canonización de San José el Misericordioso, mientras que Su Eminencia Ignacio, Obispo de Huşi, tuvo a bien leer la Carta Sinodal de Canonización de San Jorge el Peregrino. A continuación, algunos fragmentos de ambos textos sinodales:

«Nuestra Humildad, a propuesta del Sínodo de la Metropolía de Moldova y Bucovina, junto con los miembros del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rumana, considerando el amor oblativo del Metropolitano José de Moldova, su fe ortodoxa y su forma de vida, por medio de la cual el Señor del amor misericordioso fue siempre exaltado, siguiendo la Tradición apostólica y patrística de la Iglesia Ortodoxa, e invocando en nuestro auxilio la Gracia de la Santísima, Vivificadora y Consustancial Trinidad, hemos decidido que, desde hoy y para siempre, nuestro Padre José Naniescu, Metropolitano de Moldova, sea venerado en el orden de los santos jerarcas», se lee en el documento sinodal de canonización del Santo Jerarca José el Misericordioso.

«Siendo un diligente practicante de la oración y discípulo de los santos de antes, “por este camino nuevo y vivo (Hebreos 10, 20), permaneció en la memoria viva de la Iglesia y en la devoción de los jerarcas, los sacerdotes, los monjes y los laicos, como un ejemplo de amor sacrificial, humildad y consejo espiritual. (...) Hemos decidido que, desde hoy y para siempre, San Jorge el Peregrino sea contado entre los santos de la Iglesia y recordado con cánticos de honra el día de su festividad, cada 17 de agosto, fecha que habrá de ser inscrita en el Sinaxario, en los libros de culto y en el calendario de la Iglesia Ortodoxa Rumana», aparece consignado en la Carta Sinodal de Canonización de San Jorge el Peregrino.

Después de dichas proclamaciones, Su Beatitud Daniel pronunció una homilía con el título de “La unidad de fe y nación se fortalece por medio de la luz y las oraciones de los santos: «Estos dos santos nos muestran, de forma simbólica, la comunión espiritual de los rumanos, viviendo en provincias distintas, pero unidos por la misma fe y el mismo amor a su nación. Vistos en conjunto, estos dos fieles hijos del suelo rumano y los demás santos de nuestra Iglesia, nos enseñan la luz del Evangelio de Cristo, que dio como frutos, en el pueblo ortodoxo rumano, estos rayos y semblantes de luz, de acuerdo a lo que nos enseña nuestro Señor Jesucristo, al decir que “los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre” (Mateo 13, 43, Daniel 12, 3). Ellos santificaron su tiempo y la comunión entre generaciones, porque, en ellos, “Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y por los siglos” (Hebreos 13, 8)».

Además, Su Beatitud expuso tanto la vida y actividad de ambos santos, como la importancia de este momento para la historia de la Iglesia Ortodoxa Rumana. «Los santos en verdad viven, porque los santos están vivos», agregando: «Sin santidad, nadie podría ver a Dios. Y, sin los santos, nadie podría entender completamente lo que es la Iglesia».

Su Alta Eminencia Teófano, Metropolitano de Moldova y Bucovina, dirigió unas palabras de agradecimiento y le obsequió al Patriarca de Rumanía los íconos de los Santos José y Jorge. Igualmente, le entregó a Su Alta Eminencia Pedro, Metropolitano de Basarabia, un cofre con un fragmento de las reliquias de San José el Misericordioso. Al terminar, el Metropolitano de Moldova y Bucovina agradeció su participación a Su Beatitud Daniel, a las autoridades locales y centrales presentes, y a los sacerdotes y fieles congregados: «Honramos a los santos José el Misericordioso y Jorge el Peregrino, quienes nos enseñan cómo debe ser un sacerdote y un jerarca de la Iglesia, y a qué altura espiritual y profundidad de alma puede llegar un fiel en su vida de familia y en la sociedad».

Después de estas palabras, los jerarcas oficiantes pasaron a venerar los íconos y las reliquias de San José el Misericordioso y San Jorge el Peregrino, que posteriormente fueron dispuestas para que los fieles presentes pudieran pasar a honrarlas.

Con información de doxologia.ro