Acerca del cumplimiento de nuestro canon de oración
Recuerda siempre, en tu corazón y en tu mente, que Dios, Quien es Omnipresente, observa cada esfuerzo personal y toda buena voluntad hacia Su obra, y bendice a quien la cumple.
Jamás te permitas cumplir con tu regla de oración de manera descuidada o al azar. Asúmela siempre como tu tarea más importante. Y si el tiempo con el que cuentas para cumplirla es muy justo, es preferible reducir tu canon de oración, antes que realizarlo de forma improvisada. Esta reducción, motivada por la necesidad, debes establecerla tú mismo y pedir la bendición de tu padre espiritual para tal propóisito. O bien, si te ves impelido a reducir tu canon, intenta completarlo después.
Recuerda siempre, en tu corazón y en tu mente, que Dios, Quien es Omnipresente, observa cada esfuerzo personal y toda buena voluntad hacia Su obra, y bendice a quien la cumple.
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Sfaturi Înțelepte, Editura Egumenița, Galați, p. 343)