Algunas recomendaciones para la vida conyugal
“En algún momento, usted y su esposo vivieron bien, en paz, pero usted eligió una forma de vida más difícil, y ahora tiene que sufrir el peso de sus propias decisiones…”
«Estimada María Mijáilova:
Recibí su carta. Entre otras cosas, me cuenta que tiene un pensamiento recurrente con la idea de dejar a su esposo. ¿Qué puedo decir a este respecto? En algún momento, usted y su esposo vivieron bien, en paz, pero usted eligió una forma de vida más difícil, y ahora tiene que sufrir el peso de sus propias decisiones. Sobre la invitación que le hizo a su hermana para que venga a vivir a su lado, no puedo darle mi bendición, porque es mejor que vivan separadas. Tiene que luchar contra los malos pensamientos y vencerlos con la “Oración de Jesús”.
También recibí el paquete que amablemente me envió. Se lo agradezco mucho. A usted y a Alejandro Petrovich, por el amor y la diligencia hacia mi persona. ¡Que el Señor los proteja! La paz y la bendición de Dios quede con ustedes.
¡Sálvense y vivan en paz!
Nectario, un pecador hieromonje».
(Traducido de: Starețul Nectarie de la Optina, Editura Doxologia, Iași, 2010, p. 107)