¿Aún sigues creyendo que Dios no está contigo?
El Señor prometió que estaría con nosotros hasta el fin de los tiempos… ¡y así es! Viene con nosotros a todas partes, nos espera, por mucho que nos desviemos y nos perdamos, nos sostiene y nos ilumina…
Pasar de la desesperanza a la que nos arroja el pecado, a la Inmensa Alegría que nos trajo el Hijo de Dios hecho Hombre, es algo que se logra a través de la muerte: la muerte del pecado y del placer en el que el mismo pecado nos encierra. Muchos le temen a esta muerte, porque no creen que el alma que se une a la Gracia con la renuncia al pecado —de la forma en que nos lo enseña y nos ayuda Dios con Su Iglesia— vive una verdadera resurrección.
El Señor prometió que estaría con nosotros hasta el fin de los tiempos… ¡y así es! Viene con nosotros a todas partes, nos espera, por mucho que nos desviemos y nos perdamos, nos sostiene y nos ilumina aún en medio de las torpezas que cometemos cuando corremos a buscar placeres y alegrías extrañas, para estar cerca de nosotros en los momentos de dolor, cuando todos y todas nos abandonasn o se vuelven contra nosotros.
(Traducido de: Monahia Siluana Vlad, Gânduri din încredințare, Editura Doxologia, Iași, 2012, p. 38)