Palabras de espiritualidad

Cada uno de nosotros debe llevar su propia cruz

    • Foto: Ioana Onofrei

      Foto: Ioana Onofrei

El Señor dice que cada uno de nosotros debe llevar su propia cruz. Y hay cruces de todas clases, porque Dios creó cada una por separado. Es muy importante entender cuál es nuestra cruz. Y es igual de importante asumir seriamente la cruz que Dios nos ha dado.

¿Qué significa “cargar con tu cruz”, así como lo pide el Señor? ¿Cuál es la nuestra? Hay cruces de distintas clases, porque Dios creó cada una por separado. Es muy importante entender cuál es nuestra cruz. Y es igual de importante asumir seriamente la cruz que Dios nos ha dado. Asimismo, es peligrosísimo hacernos nosotros mismos nuestra cruz, aunque esto suele ocurrir con frecuencia.

¿Qué clases de cruces han sido preparadas para la mayoría de nosotros? Cruces simples, no de esas que portaron los mártires, ni de las que llevaron muchísimos ascetas hasta el final de su vida. Nuestra vida —la vida de todos los hombres— es amargura, tristeza y sufrimiento, y esa amalgama de desazones terrenales, sociales y familiares, constituye nuestra propia cruz. ¿Acaso son pocas las penas provocadas por un matrimonio fracasado, por haber elegido erradamente nuestra profesión, por sufrir alguna enfermedad grave o al ser marginados, ver nuestros bienes confiscados o soportar toda clase de ofensas? Todo el mal que nos hacen los demás, los celos conyugales... ¿acaso no son nuestra cruz? Todos y cada uno de nosotros debemos afrontar tales sufrimientos, nos guste o no.

(Traducido de: Sfântul Luca al Crimeei, La porțile Postului Mare. Predici la Triod, Editura Biserica Ortodoxă, Bucureşti, 2004, pp. 103-104)