Palabras de espiritualidad

Cinco exhortaciones de San Antonio el Grande para el hombre de hoy

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Cada 17 de enero, nuestra Iglesia conmemora a San Antonio el Grande (251-356), el “padre de los monjes”, uno de los más conocidos ascetas, considerado el fundador de la vida monástica, junto con San Pacomio el Grande.

1. Cuando empieces a considerar el dinero y el beneficio propio como ilusiones pasajeras, entenderás que la vida virtuosa y agradable a Dios es algo distinto a la opulencia. Y, pensando en esto con fe y perseverancia, dejarás de suspirar, llorar y culpar a los demás, y pasarás a agradecerle a Dios por todo.

2. El que es rico y procede de una familia de abolengo, pero carece de un guía espiritual y vive lejos de la pureza, no es sino un desdichado ante los ojos del que vive con buen juicio, tal como dichoso es el que, siendo pobre y esclavo, vive ataviado con la fe correcta y las flores de las virtudes. Porque, tal como el forastero confunde los caminos que ha de andar, así también los que descuidan vivir en la virtud se extravían y terminan perdidos, engañados por sus propios apetitos.

3. Mientras más mesurada sea tu forma de vida, más feliz serás. Porque no tendrás que preocuparte por tantas cosas: sirvientes, trabajadores, tierras y ganado. El que se ata a esas cosas, termina ahogado por todo lo que ello implica, y después le echa la culpa a Dios. ¡He aquí cómo en nuestros apetitos se abreva la muerte y cómo terminamos perdiéndonos en una vida de pecado, desconociéndonos a nosotros mismos!

4. Cuando la imagen de algún placer venga a tu mente, apártala para que no te atrape. Así, alzándote sobre ella, acuérdate de la muerte y piensa que es mejor saber que has vencido esa argucia del placer.

5. Haz el bien a quien te perjudique, y así te harás amigo de Dios. No hables mal de tu enemigo ante nadie. Acostúmbrate a practicar el amor, la pureza, la paciencia, la templanza y las demás virtudes. Porque en esto consiste el conocimiento de Dios: en seguirlo con humildad y con la práctica de las virtudes.

(Traducido de: Filocalia sfintelor nevoințe ale desăvârșirii I, Sfântul Antonie cel Mare – Învăţături despre viaţa morală a oamenilor şi despre buna purtare, în 170 de capete)