Cómo aparece la frialdad para con Dios
El primer paso es, en la mayoría de los casos, dejar en el olvido lo más importante. Nos olvidamos de las bondades de Dios y de Dios Mismo; nos olvidamos también de la salvación y del peligro de vivir sin Él.
La indiferencia y la frialdad son la consecuencia directa de la vanidad y el orgullo. He aquí cómo aparece esa frialdad: el primer paso es, en la mayoría de los casos, dejar en el olvido lo más importante. Nos olvidamos de las bondades de Dios y de Dios Mismo; nos olvidamos también de la salvación y del peligro de vivir sin Él. Incluso nos olvidamos de orar por nuestros difuntos…En pocas palabras, cerramos toda la esfera de lo espiritual. Esto es algo que proviene del maligno y de la dispersión de nuestra mente por causa de nuestros actos, preocupaciones y el relacionamiento con los demás. Luego, cuando nos olvidamos de todo lo mencionado, nuestro corazón se enfría y deja de sentir lo que es primordial para el alma.
(Traducido de: Sfantul Teofan Zăvorâtul, Sfaturi înțelepte, traducere de Cristea Florentina, Editura Cartea Orodoxă, p. 356)