Cómo librarnos de hablar mucho e inútilmente
Observando lo que somos nosotros mismos, nos libramos de todas nuestras pasiones; en otras palabras, nos dicen los Padres, el pensar en nuestro propio final nos ayuda a volver en nosotros mismos, haciéndonos humildes y obteniendo las demás virtudes.
Nos libramos de hablar en vano cuando nos acordamos de la muerte. Así lo dicen los Padres: “Así, Señor y Soberano mío, concédeme ver mis propios errores”. Si la persona obtiene ese don, el de ver sus propias faltas, escapará de todo lo demás. Porque al ver sus errores... ¡Que Dios se apiade...! Y Él nos da esperanza, porque muchos, al reconocer sus faltas, caen en la desesperanza. Precisamente por eso es que evitamos ver nuestros pecados, porque el panorama nos resulta aterrador.
Les digo esto porque, observando lo que somos nosotros mismos, nos libramos de todas nuestras pasiones; en otras palabras, nos dicen los Padres, el pensar en nuestro propio final nos ayuda a volver en nosotros mismos, haciéndonos humildes y obteniendo las demás virtudes.
(Traducido de: Ieromonah Savatie Baștovoi, Puterea duhovnicească a deznădejdii, Editura Reîntregirea, Alba-Iulia, 2014, pp. 24-25)