Como raíces de un espino
“¿Por qué el alma prefiere inclinarse a las cosas impuras, en vez de buscar lo que Dios nos prometió en las Escrituras?”.
Un día, unos monjes le preguntaron a uno de los padres: “¿Por qué el alma prefiere inclinarse a las cosas impuras, en vez de buscar lo que Dios nos prometió en las Escrituras?”. Y les respondió el anciano: “Yo creo que es porque (el alma) aún no ha gustado lo que viene de lo alto, y por esa razón le apetecen las cosas impuras”.
Un hermano le preguntó la abbá Pimeno: “Mi cuerpo se ha debilitado, no así mis pasiones… ¿Qué debo hacer?”. Y le respondió el anciano: “Las pasiones son como ráices de espinos. Y, del mismo modo en que, quien quiera arrancar el espino de la tierra, inexorablemente terminará con las manos heridas, también el hombre que quiera desenraizar sus pasiones, tendrá que esforzarse y sufrir”.
(Traducido de: Everghetinosul, vol. 1-2, traducere de Ștefan Voronca, Editura Egumenița, Galați, 2009, p. 147)