“El propósito no es sólo que el niño comulgue de los Santos Misterios, sino que también viva en una atmósfera de oración, en casa. Insisto, la atmósfera doméstica debe ser una de oración. Los padres deben llenar al niño de su amor por Cristo y por la Madre del Señor.”

“Cuando los niños son pequeños, deben someterse a ciertas normas que, con el paso de los años, se hacen más flexibles, para ofrecerles mayor libertad. Démosles también obsequios. Puede que se aburran en lo que respecta a la vida de iglesia, pero lo más importante es que luego no elijan volverse ateos. El ateísmo es peor aún que los pecados carnales.” 

(Traducido de: Hierotheos Vlachos, Mitropolit de Nafpaktos și Sfântul Vlasie, Cunosc un om în Hristos: Părintele Sofronie de la Essex, traducere din limba greacă de pr. Șerban Tica, Editura Sophia, București; Editura Cartea Ortodoxă, Alexandria, 2011, pp. 329-330)