Palabras de espiritualidad

¡Con el corazón, no con los labios!

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Hay quienes oran sólo con sus labios, mientras su corazón está frío, porque no sienten y no desean lo que piden y lo que pronuncia su boca: “su corazón está lejos (Isaías 29, 13) del Señor.

Hay alguno que se muestra como si estuviera orando, cuando de hecho trabaja para el demonio, que ha hecho de su corazón su nido. ¿A qué se debe esto? A que la persona ora sólo con sus labios, mientras su corazón está frío, porque no siente y no desea lo que pide y lo que pronuncia la boca: “su corazón está lejos (Isaías 29, 13) del Señor.

De igual forma, muchos de quienes reciben el Cuerpo y la Sangre de Cristo lo hacen sin ser sinceros y sin experimentar un amor especial, sino comulgando solamente con boca y estómago, con una fe ínfima, con frialdad, con el corazón lleno de gula, apego a la bebida, avaricia, orgullo, maldad, envidia y pereza.

Ciertamente, nuestro corazón está muy lejos de Aquel que es amor, santidad, perfección, sabiduría y bondad inefables. Lo que debemos hacer, entonces, es arrepentirnos y meditar profundamente en lo que es y qué debe ser la oración y la Comunión.

La frialdad de corazón ante Dios, cuando oramos, proviene del demonio mismo. Es como un aire helado que viene del infierno. Nosotros, siendo hijos de Dios, tendríamos que amar al Señor con todas nuestras fuerzas.

¡Otórganos, Señor, la capacidad de amarte como es debido, porque “sin Ti nada podemos hacer (Juan 15, 5)! ¡Tú eres todo para nosotros, y nosotros no somos nada! ¡Tú nos creaste de la nada y nos diste todo lo necesario para nuestra existencia!

(Traducido de: Sf. Ioan de Kronstadt, Viața mea în Hristos, Editura Sophia, p. 233)