Confía en Dios, venciendo el temor
Recordemos que vivimos bajo la Providencia Divina. Dios dijo: “les dí el poder de pisar serpientes y escorpiones y también para vencer la fuerza del maligno... Por eso, nada podrá hacerles daño”.
El que ha adquirido una mente valiente y confía en Dios, no le teme a nada. Sabe que tiene a Dios a su lado, como un poderoso auxilio y una esperanza grande. ¿Porque quién podría dañarnos, si Dios no se lo permite?
Los pensamientos te fortalecen o te debilitan, porque en ellos crece la semilla de las buenas o las malas acciones. Y debido a la costumbre, las cosas buenas o las cosas malas se sujetan al hombre. A éste le parece que eso a lo que se ha acostumbrado le pertenece. Por eso, lo que debes hacer es ser valiente, fortaleciendo tu corazón y protegiéndote con la Señal de la Cruz cuando un atisbo de temor aparezca en ti.
Haz la Señal de la Cruz sobre el lugar a donde vayas a entrar. Persígnate luego al entrar, orando silenciosamente y diciendo, “¡Amén!”, con valor. Si los demonios ven que somos fuertes en Dios, ser avergonzarán y no nos molestarán.
Recordemos que vivimos bajo la Providencia Divina. Dios dijo: “les dí el poder de pisar serpientes y escorpiones y también para vencer la fuerza del maligno... Por eso, nada podrá hacerles daño”.
Recordemos que sin la voluntad de Dios “ni siquiera un cabello de nuestra cabeza puede caer”.
(Traducido de: Sfântul Cuvios Paisie Velicikovski de la Neamţ, Crinii țarinei sau Flori preafrumoase adunate pe scurt din Dumnezeiasca Scriptură, Editura Bisericii Ortodoxe din Moldova, Orhei, 1995, p. 53)