Consejos espirituales de la venerable Matrona de Moscú
¡Ponte a resguardo y defiéndete con el poder de la venerable y vivificadora Cruz!
Persígnate con frecuencia, porque la Señal de la Cruz te protege del mal como un candado en la puerta. ¡Ponte a resguardo y defiéndete con el poder de la venerable y vivificadora Cruz!
Sobre nuestro hombro izquierdo se mantiene un demonio, y sobre el derecho, un ángel guardián. Cada persona tiene dos libros: en uno se inscriben sus pecados, y en el otro, sus buenas acciones.
Si alguien nos insta a hacer algo malo o dice algo que nos ofende, tratándose, por ejemplo, de un anciano, un enfermo, o un demente, no tenemos que entristecernos; al contrario, es nuestro deber ayudarle. Tenemos que ayudar a los enfermos con todas nuestras fuerzas y perdonarlos, sin importar lo que digan o hagan.
En cada casa debe haber un rinconcito, orientado hacia el oriente (como una pequeña capilla), con una mesa o un altarcito de oración a Dios. En ese lugar no se debe comer ni beber.
(Traducido de: Cerească Înțelepciune de la cei de Dumnezeu luminați Dascăli despre Cum să biruim deprimarea, ediția a 2-a, traducere de Constantin Făgețan, Editura Sophia, București, 2008, pp. 108-109)