Palabras de espiritualidad

Conservar y defender la fe hasta el fin de los tiempos

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Para los hombres de todos los tiempos resuenan las palabras: “¡Tu fe te ha salvado, puedes irte en paz!” y “¡A cada quien según su fe!”. 

Todo lo que está sucediendo en el mundo no es ninguna novedad. Es normal que todo eso pase, porque se acerca la Segunda Venida del Señor. Con todo, los hombres se seguirán salvando incluso en los últimos días del mundo, tal como nos fuera prometido. Algunos se salvarán, y otros serán condenados.

Su labor principal, salvadora y fundamental, es conservar la fe. Pero, para guardar nuestra propia fe y la de aquellos que nos fueron confiados, tendríamos que esforzarnos con toda el alma y con todo el corazón. Para los hombres de todos los tiempos resuenan las palabras: “¡Tu fe te ha salvado, puedes irte en paz!” y “¡A cada quien según su fe!”. Si no hay fe, tampoco hay paz.

Cada uno se salva de acuerdo a su fe, en su marco de vida. Nuestras faltas, las mías, las tuyas, las de los obispos, las del patriarca, todas serán juzgadas por Dios. Porque una cosa es el juicio de Dios, y otra el de los hombres. ¡Con cuánta frecuencia ocurre que aquello que para las mentes oscurecidas por las pasiones era un error, se termina revelando, con la voluntad de Dios y con el tiempo, como algo santo, haciendo dignos de ser coronados a aquellos que lo han trabajado!

(Traducido de: Arhimandritul Ioan KrestiankinPovățuiri pe drumul Crucii, Editura de Suflet, București, 2013, p. 40)