Palabras de espiritualidad

Cristo nos participa Su Cuerpo y Su Sangre para que podamos salvarnos

  • Foto: Silviu Cluci

    Foto: Silviu Cluci

Translation and adaptation:

Nuestro Señor Jesucristo Mismo se ofrendó como alimento para la vida y la salvación de nuestras almas.

La Palabra de Dios es el alimento de nuestra alma. Porque “no solo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4, 4; Jeremías 15, 16). Dichoso de quien sienta “hambre y sed de escuchar la palabra de Dios” (Amós 8, 11). También la oración es un alimento espiritual, “el pan nuestro de cada día” para el alma.

Pero es que a nuestra alma también se le ha dado un alimento aun más valioso. Nuestro Señor Jesucristo Mismo se ofrendó como alimento para la vida y la salvación de nuestras almas. Su santo sacrificio es el alimento más precioso que podría recibir el alma del hombre.

Así, tomando el pan y bendiciéndolo, Jesús dijo: “Tomad y comed, este es Mi Cuerpo”, y, tomando el cáliz, dijo: “Bebed todos de él, porque esta es Mi Sangre… que por muchos es derramada, para el perdón de los pecados” (Mateo 26, 26-28).

(Traducido de: Preotul Iosif Trifa, Mai lângă Domnul meu, Editura Oastea Domnului, Sibiu, 2003, p. 63)