Cuando pensamos en el amor que Dios nos tiene…
“Cuando entendemos que Él venció en nosotros a nuestro enemigo, el demonio, y nos da la vida eterna por el simple hecho de decidirnos e inclinarnos al bien, el corazón nos insta a adorarle”
Veamos lo que escribe San Juan Casiano, refiriéndose al amor de Dios: “Meditando sobre Su inefable sabiduría, Su amor por la humanidad y Su insondable paciencia, gracias a la cual soporta las innumerables faltas de los hombres, sentimos la necesidad de exaltarlo con toda el alma. Y cuando pensamos en Su amor sin límites para con nosotros, porque, a pesar de que no hemos hecho nada bueno, Él aceptó hacerse uno de nosotros, siendo Dios, para salvarnos de la perdición, nos alzamos a la añoranza de Él. Finalmente, cuando entendemos que Él venció en nosotros a nuestro enemigo, el demonio, y nos da la vida eterna por el simple hecho de decidirnos e inclinarnos al bien, el corazón nos insta a adorarle”.
Aunque lo que el Santo Apóstol Pablo escribió a los filipenses tiene ya más de dos mil años, sus palabras son siempre actuales, invitándonos a estar atentos a nuestra vida de cada día y conformar nuestra actitud a los pensamientos santos, como leemos: “Dadme la completa felicidad de pensar igual, teniendo el mismo amor, el mismo sentir, el mismo pensamiento…”.
(Traducido de: Înaltpreasfințitul Calinic Argatu, Arhiepiscop al Argeşului şi Muscelului, Veşnicia de zi cu zi, Editura Curtea Veche, Bucureşti, 2006, p. 13)