¿Cuánto más vamos a “dejar para después” lo más urgente que tenemos que hacer?
Hay algunos que han vivido mal y han muerto bien. Esos son los menos. Porque la mayoría la conforman quienes han vivido mal y han muerto mal.
Hoy, cuando todavía es posible, cuando podemos acudir a la iglesia al escuchar las campanas tañir, cuando las estremecedoras palabras del Santo Evangelio nos siguen exhortando, cuando nuestro padre espiritual nos pide romper con nuestro pasado de maldad, no dejemos para después la contrición, porque, ¿quién sabe?, nuestro último momento podría llegar en cualquier momento.
Hay algunos que han vivido mal y han muerto bien. Esos son los menos. Porque la mayoría la conforman quienes han vivido mal y han muerto mal.
Si nos da esperanza el ejemplo de unos pocos, ¿por qué no nos asusta el ejemplo de la mayoría?
(Traducido de: Arhimandritul Arsenie Papacioc, Scrisori către fiii mei duhovnicești, Mănăstirea Dervent, Constanța, 2000, p. 180)