Padre, ¿cuál es el sello del Cordero?

—¿Quién es el Cordero?

Cristo.

—¿Cuál es Su sello, Su marca? Cuando el cristiano es bautizado, el sacerdote lo marca en la frente con la forma de la Cruz, diciendo: “El sello del don del Espíritu Santo”. Por eso, cada vez que el cristiano se persigna, venera la redentora Pasión del Señor y pide el poder de la Santa Cruz, que es el poder de la muerte de Cristo sobre el madero de la Cruz. Cuando decimos: “¡Cruz de Cristo, sálvanos con tu poder!”, invocamos el poder del Sacrificio del Señor en la Cruz. ¡Por eso, la Cruz tiene un gran poder! Por ejemplo, cuando llueve y hay tormenta, es posible que la cruz de metal que hay en el techo del campanario reciba el impacto de un rayo. Y si ahí arriba, en el campanario, hay un cristiano que lleva un pequeño crucifijo, y dice: “¡Cruz de Cristo, sálvame con tu poder!”, esa potente descarga eléctrica no llegará hasta él, no le hará daño. Entonces, entran en juego las leyes naturales y el rayo cae sobre la cruz y se disipa en la tierra. Sin embargo, ese minúsculo crucifijo sobre el pecho del cristiano, aun pareciendo tan insignificante, también ejerce su potestad para protegerlo de todo mal, ya que se ha invocado el inefable poder de la Cruz.

(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Cuvinte duhovnicești, vol.2: Trezvie duhovnicească, traducere de Ieroschimonah Ștefan Nuțescu, Ed. a 2-a, Editura Evanghelismos, București, 2011, p. 295)