Palabras de espiritualidad

De cómo el amor por nuestros enemigos nos puede llevar a la salvación

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

“Señor, todos somos criaturas Tuyas. ¡Apiádate de Tus siervos y hazlos que vuelvan al arrepentimiento!”.

Les suplico, hermanos, que intenten esto. Si alguien los ofende, los desprecia o les arrebata lo que es suyo, o insulta a la Iglesia, oren al Señor, diciendo: “Señor, todos somos criaturas Tuyas. ¡Apiádate de Tus siervos y hazlos que vuelvan al arrepentimiento!”

Y entonces portarás la Gracia en tu alma de forma sensible. Al principio, tienes que forzar un poco tu corazón para que ame a tus enemigos. Entonces, viendo tu buena intención, el Señor te ayudará en todo y la experiencia misma te enseñará el camino a seguir.

Por el contrario, aquel que piensa mal de sus enemigos, no tiene el amor de Dios y tampoco lo conoce a Él. Si oras por tus enemigos, la paz vendrá a ti. Y cuando seas capaz de amarlos, un inmenso don divino vendrá a morar en tu interior. No digo que se trate de un don perfecto, pero será suficiente para que te salves. Si, al contrario, condenas a tus enemigos, es señal de que un espíritu maligno pervive en ti, trayendo pensamientos oscuros a tu corazón, tal como lo dijera el Señor: “Del corazón provienen los malos pensamientos” (Mateo 15, 19).

(Traducido de: Sfântul Siluan Athonitul, Între iadul deznădejdii şi iadul smereniei, Editura Deisis, Alba Iulia, 1994, p. 143)