De cómo hay que leer a los Santos Padres
Los libros de los Santos Padres sobre estos temas pueden influir de un modo tan fuerte al principiante, que, este, debido a su falta de experiencia y desconocimiento, puede decidirse fácilmente a abandonar el lugar donde mora…
Los libros de los Santos Padres sobre la vida monástica deben ser leídos con mucha prudencia. Parece que el monje principiante no logra de ninguna manera adaptar el contenido a su propia situación, sino que, por lo general, se deja arrastrar por la orientación del libro.
Si dicho libro contiene consejos sobre la vida en ascesis (hesicasmo) y muestra la abundancia de frutos espirituales que pueden alcanzarse en el desierto, en el principiante surge siempre un fuerte deseo de retirarse en soledad a una región deshabitada. Si se habla de la obediencia incondicional bajo la guía de un padre espiritual, entonces en el principiante aparece también el anhelo de llevar una vida muy austera, en total obediencia a su stárets. Pero Dios no ha dispuesto, para nuestro tiempo, ni uno ni otro de estos modos de vida.
Los libros de los Santos Padres sobre estos temas pueden influir de un modo tan fuerte al principiante, que, este, debido a su falta de experiencia y desconocimiento, puede decidirse fácilmente a abandonar el lugar donde mora, en donde tiene todo al alcance para salvarse y crecer espiritualmente con el cumplimiento de los mandamientos evangélicos. Y, todo por perseguir un sueño inalcanzable, el de la vida perfecta, que se pinta en colores vivos y engañosos en su propia imaginación.
(Traducido de: Sfântul Ignatie Briancianinov, Despre înșelare, traducere din limba rusă Cristea Florentina, Editura Egumenița, p. 19)