Palabras de espiritualidad

De cómo un hombre fue salvado por el poder de la Santa Cruz

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Cada vez, al llegar a casa, antes de beber el veneno, hacía la Señal de la Cruz sobre el vaso y después lo consumía.

A partir de la hagiografía de San Juan el Teólogo sabemos, amados hijos, que un buen cristiano cayó en la pobreza más terrible y, viéndose incapaz de pagar sus deudas, decidió quitarse la vida. Así, varias veces fue a buscar a un conocido hechicero judío para pedirle un poco de veneno. Pero, cada vez, al llegar a casa, antes de beber el veneno, hacía la Señal de la Cruz sobre el vaso y después lo consumía. ¡Y el poder de la Señal de la Cruz hacía inocuo aquel veneno! Enterándose de esto, el hechicero se llenó de un santo temor y corrió a buscar al Apóstol Juan el Teólogo para que lo hiciera cristiano. Y, efectivamente, un tiempo después fue bautizado.

¿Qué pasó con aquel pobre hombre que quería quitarse la vida? El Santo Apóstol Juan le pidió que le llevara un poco de heno, sobre el cual hizo la Señal de la Cruz y, ante el asombro de los presentes, el heno se transformó en un poco de oro, el cual el Apóstol entregó al hombre para que pudiera pagar sus deudas y procurarse el sustento.

(Traducido de: Sfântul Ierarh Serafim (Sobolev) Făcătorul de minuni din Sofia, Predici, Editura Adormirea Maicii Domnului, Bucureşti, 2007, p. 199)

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