De la forma en que estamos atentos a nuestra conciencia
Tienes que procurar no realizar incluso aquellas cosas que podrían paracer que haces a propósito para desagradar a tu hermano. En esto consiste el cuidado de la conciencia para con el prójimo;
La vigilancia de la conciencia es de tres formas: ante Dios, ante el prójimo y ante lo material.
1. Ante Dios, guardando Sus mandamientos y evitando hacer incluso cosas que quisieras hacer cuando nadie te está viendo, por tu conciencia ante Dios;
2. Ante el prójimo, cuando no hacemos, ni decimos, ni gesticulamos, ni con la mirada provocamos algo que sabemos que desagrada o que podría hacer caer en tentación a nuestro semejanate, porque todo eso puede llevarlo a pecar. Tienes que procurar no realizar incluso aquellas cosas que podrían paracer que haces a propósito para desagradar a tu hermano. En esto consiste el cuidado de la conciencia para con el prójimo;
3. Y el cuidado de la conciencia en lo que respecta a lo material es cuando no utilizamos mal nuestras propias cosas, es decir, cuado no dejamos que se malgasten inútilmente ni se desperdicien, mucho menos que se echen a perder por nuestra indolencia, sino que las usamos con prudencia y atención para que puedan seguir sirviéndonos.
(Traducido de: Avva Dorotei, Învățături și scrisori de suflet folositoare, Editura Bunavestire, Bacău, 1997, p. 51)