De la gula y otras pasiones
Todo esto nos revela las consecuencias de la desmesura, y muestra cuán contraria es la codicia al orden natural deseado por Dios.
La ira, la lujuria y otros impulsos del alma, cuando sobrepasan ciertos límites, perjudican gravemente la salud espiritual. Del mismo modo en que, quien come en exceso, daña la salud de su cuerpo, así también la mente, cuando se esfuerza más allá de su capacidad, se oscurece y corre el riesgo de perder su claridad intelectual. El ojo, cuando es expuesto a una luz excesiva, pierde su capacidad de ver; el oído, si es sometido al estruendo, ve afectada su facultad auditiva. Todo esto nos revela las consecuencias de la desmesura, y muestra cuán contraria es la codicia al orden natural deseado por Dios.
(Traducido de: Sfântul Ioan Gură de Aur, Problemele vieții, traducere de Cristian Spătărelu și Daniela Filioreanu, Editura Egumenița, p. 44)