Palabras de espiritualidad

De la humildad de un monje que huía de la ordenación sacerdotal

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

“No volveré a huir. La voluntad de Dios está en todas partes y, vaya a donde vaya, tendré que aceptarla”.

Un día, un grupo de monjes fue enviado a traer al abbá Isaac para ordenarlo sacerdote. Al enterarse de que venían a por él, el abbá huyó a Egipto y se escondió entre las zarzas y matorrales de un terreno abandonado. Algunas horas más tarde, los monjes que le buscaban llegaron al mismo lugar y, viendo que anochecía, decidieron que lo mejor era pernoctar ahí, y dejar que el asno que les servía de montura descansara un poco y comiera también. Viéndose el libre, el animal se fue a pastar directamente al lugar donde estaba econdido el abbá Isaac. Al amanecer, cuando los monjes fueron a traer el asno para continuar su viaje, se sorprendieron al encontrar al venerable Isaac tendido entre la vegetación. Entonces, para que no huyera más —y entre un mar de disculpas—, los monjes le dijeron al abbá que lo mejor era atarlo y llevárselo a lomos del burro. Pero el padre les dijo: “No hace falta que me aten, hermanos. No volveré a huir. La voluntad de Dios está en todas partes y, vaya a donde vaya, tendré que aceptarla”.

(Traducido de: Patericul, ediția a IV-a rev., Editura Reîntregirea, Alba-Iulia, 2004, pp. 114-115)

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