No es tu mitad, sino tu “todo”. Tú eres todo, ella es todo. No existe un grado de parentesco entre esposo y esposa, porque son uno solo. ¿Has visto la “estrella de David”? Son dos triángulos equiláteros superpuestos. Lleva el nombre de David, quien era un hombre de Dios, y representa al ser humano, que tiene la cualidad de las cualidades en la creación divina: Su imagen y semejanza. Por eso, representa al hombre primero con el triángulo equilátero que tiene la base hacia arriba, porque el hombre es fuerte, y después un triángulo equilátero con la base hacia abajo, que simboliza a la mujer. Luego, no existe eso de “mi mitad”.

(Traducido de: Arhimandritul Arsenie Papacioc, Ne vorbește Părintele Arsenie, vol. I, Editura Mănăstirii Sihăstria, 2010, p. 58)