De por qué Dios sigue teniendo fe en el hombre
¡Esta es la esperanza que Dios tiene puesta en el hombre! Ante este Dios nos confesamos, por eso nos avergonzamos ante Él, por eso lo amamos.
Dios conoce nuestro pecado; de hecho, lo conocía antes de traernos al mundo. Y, aún así, no impidió nuestro nacimiento. ¿Acaso esto no demuestra la confianza que Él nos tiene, la esperanza que ha puesto en nosotros? ¿Por qué lo decepcionamos tanto?
El padre Antonio Bloom, en una homilía sobre la Natividad del Señor, propone una discusión, no tanto sobre la fe del hombre en Dios, que es un tema muy trillado ya, sino sombre la fe de Dios en el hombre. El padre Antonio trae a colación un relato en el cual el autor recrea el diálogo de la Santísima Trinidad cuando la creación del hombre. Dios Padre dice: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”. “Sí, pero el hombre va a pecar”, dice el Espíritu Santo, “y Tú, Hijo, tendrás que morir por él”. “Entonces, ¿lo creamos o no lo creamos?”, pregunta el Padre. “¡Creémoslo!”, concluye el Hijo.
¡Esta es la esperanza que Dios tiene puesta en el hombre! Ante este Dios nos confesamos, por eso nos avergonzamos ante Él, por eso lo amamos.
(Traducido de: Ieromonah Savatie Baștovoi, Între Freud și Hristos,Editura Marineasa, Timișoara, 2005, pp. 112-113)