¿De qué sirven las riquezas obtenidas injustamente?
Si en algún lugar recibieras improperios y ofensas, sopórtalos con agradecimiento, respetando el mandato del Señor, en vez de esperar llenarte con oro y plata.
Muchas veces es mejor y más juicioso ser pobre y recorrer ciudades y pueblos, tras las huellas de Cristo. Y si en algún lugar recibieras improperios y ofensas, sopórtalos con agradecimiento, respetando el mandato del Señor, en vez de esperar llenarte con oro y plata, preocupado por la situación de tu hacienda, y contraviniendo los mandamientos del Señor. “La ley de tu boca es para mí mejor que millones de oro y plata” (Salmos 118, 72). Y: “Vale más poco con justicia que mucha riqueza con injusticia” (Salmos 36, 16). Y, otra vez: “Odio y aborrezco la mentira; en cambio, amo tu ley” (Salmos 118, 163).
(Traducido de: Sfântul Maxim Grecul, Viața și cuvinte de folos, traducere de Florentina Cristea, Editura Bunavestire, Galați, 2002, p. 62)