Palabras de espiritualidad

¿Debo soportar que los demás me reprendan?

    • Foto: Stefan Cojocariu

      Foto: Stefan Cojocariu

El Señor nos ordenó ser pacientes, pero ¿en qué circunstancias tenemos que practicar la paciencia? No cuando somos culpables y los demás nos lo reprochan, sino cuando somos inocentes y recibimos la riña de otros.

«En lo que respecta al hecho de que te sentiste ofendida cuando te reprendieron injustamente, tienes que saber que, a nosotros, como individuos que todavía no hemos logrado eliminar de nuestro ser las pasiones del egoísmo y la soberbia, nos resulta muy difícil soportar una ofensa —aparentemente— inmerecida. Si nos dejamos guiar por la sabiduría espiritual, veremos que ese suceso fue enviado por Dios para ponerte a prueba y para corregir tu estado espiritual, porque es en esas situaciones cuando logramos conocer la acción de nuestras pasiones y nos esforzamos, con el auxilio divino, en sanarlas con la compunción, la humildad y el amor. En tanto las pasiones actúan en nuestro interior, no podemos juzgar equilibradamente. Pero, una vez la pasión se mitiga, podemos ver que somos culpables por no haber soportado aquella ofensa. El Señor nos ordenó ser pacientes, pero ¿en qué circunstancias tenemos que practicar la paciencia? No cuando somos culpables y los demás nos lo reprochan, sino cuando somos inocentes y recibimos la riña de otros. Es entonces cuando tenemos que ser pacientes, como nos lo explica claramente el Santo Apóstol. Y nadie podrá ofendernos o entristecernos, si nuestro Señor no se lo permite, y solamente para nuestro provecho, sea como castigo o para poner a prueba nuestra penitencia. Y si pensamos en el mandamiento de Dios que concierne al amor, que se extiende hasta el amor a los enemigos, nos encontraremos sin respuesta, en lo que respecta a hechos como el mencionado».

(Traducido de: Sfântul Macarie de la Optina, Sfaturi pentru mireni, Editura Sophia, București, 2011, pp. 37-38)