Diciendo “¡Sígueme, si quieres salvarte!”, no hacemos nada por nuestros hijos
Translation and adaptation:
Tu deber es sembrar en tu hijo el gusto por el bien y enseñarle a entender qué es pecado, qué es bueno y qué es malo.
No olvides la responsabilidad que Dios te delegó al bendecirte con una hija. Me cuentas que han empezado a atraerle las cosas del mundo. Es normal. Pero tu deber es sembrar en ella el gusto por el bien y enseñarle a entender qué es pecado, qué es bueno y qué es malo.
¡Con la orden “¡Adelante! ¡Sígueme, si quieres salvarte!” no conseguirás nada! Recuerda que también tú empiezas a descubrir el mundo interior, más importante que el otro, exterior.
(Traducido de Arhimandritul Ioan Krestiankin, Povăţuiri pe drumul Crucii, Editura de Suflet, Bucureşti, 2013, p. 186)
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