Dios, el sol que nos da vida
Al igual que el sol, que brilla y su luz calienta a todas las critauras vivas que hay en el mundo, Dios ilumina las almas con Su sabiduría y las calienta con Su amor.
El sol es símbolo de Dios nuestro Señor. San Gregorio el Teólogo escribió: “Lo que para los hombres carnales es el sol, para los espirituales lo es Dios”.
Al igual que el sol, que brilla y su luz calienta a todas las critauras vivas que hay en el mundo, Dios ilumina las almas con Su sabiduría y las calienta con Su amor.
Sin sol, la muerte física aparece. Sin Dios, lo hace la muerte espiritual. El profeta Moisés clamó al pueblo de Israel: “Te pongo delante vida o muerte, bendición o maldición. Escoge la vida, para que vivas” (Deuteronomio 30, 19).
En otras palabras, conoce al Dios Único y Vivo, y sólo a Él adora. No te postres ante símbolos visibles, asumiéndolos como dioses, para no volverte un adorador de ídolos. Lo primero significa vida, lo segundo, muerte.
(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici, Simboluri şi semne, Editura Sophia, Bucureşti, 2009, pp. 22-23)