Dios no dispone para nosotros nada más de lo que podemos soportar
¡No pierdas la esperanza, que Dios no dejará que seas tentado más de lo que puedas soportar!
El hecho que el hermano A. regresó al monasterio y los incomoda, me hace compadecerlos. Pero, porque todo nos viene por economía (el cuidado de Dios), debemos utilizar esta situación en provecho nuestro ¿Qué beneficio puede obtener un soldado, si no aprende a luchar? Así, el monje no puede pretender templar su paciencia y ser coronado al primer esfuerzo. No dejes que tu espíritu decaiga y no te enciendas en animadversión, sino dirígete a Dios con una oración humilde, confiando en que recibirás Su ayuda. Confío que Dios no permitirá que esta tentación sea más grande de lo que puedes llevar, ofreciéndote también las fuerzas para enfrentarla.
(Traducido de: Filocalia de la Optina, vol. I, traducere de Cristea Florentina, Editura Egumenița, Galați, 2009, p. 151)